Una solitaria Noche de Navidad...
Autor: Blanca Luz Camucet
Nunca estamos realmente solos, siempre hay alguien que nos piensa, o que nosotros pensamos.
La noche estaba hermosa, el
aire se respiraba húmedo... que auguraba en el alma... estaba
especial... estrellado a más no dar... las luces de la ciudad
apagadas... el recuerdo de otras noches en otros lugares más
solitarios.. que recuerdos se agolpaban en su mente...
Sí, el tiempo había pasado,
ambos distaban de sus vidas de otrora como dista la Luna del Sol...
siempre cerca y lejos al mismo tiempo, siempre compañeros, amigos y
amantes, con un amor puro, con un amor simple. Ellos se amaban como se
aman dos personas que se saben especiales el uno para el otro, él con
su barba afeitada, sus ojos de brillo singular, su camisa azul celeste,
nunca ella sabía decir si celeste o azul era parte de sí misma, no
decidirse jamás. Ella lucía su belleza expresada en el mirar y en la
sonrisa, ella traslucía la belleza de su alma...
Más que importancia tenía
esta, la música de la noche buena, los villancicos cantados por los
niños de Viena en el CD era nostálgico como si hubiese que recordar
otros días.
Ella se sentía feliz, tenia
muchas preocupaciones pero ... ninguna se solucionaba pensando en
ellas, ninguna se resolvería esa noche... pensó
solo dedicarse en ser feliz..., la música cambio por unas
cumbias, sambas y guarachas... espantando la nostalgia... todos estaban
felices, el ritmo elevaba los ánimos, más aliviados
con un poco de vino, que era delicioso... de buena cepa, buena semilla,
apropiado para la ocasión.
No en demasía, moderado,
había que disfrutar la noche, y la noche sería larga, una navidad llena
de adornos que ornamentaban las paredes, sí, ella amaba la Navidad
había traído adornos para cubrir las paredes del recibo... una reunión
en que nadie se conocía y se conocían al mismo tiempo, eran extraños y
no lo eran ... como explicar eso, todos conocían un ángulo de sus vidas
pero jamás el ángulo de 180 grados, en ese abanico de posibilidades.
El corazón de ella estaba
feliz, había decidido regalarse en esa noche sin regalos, un corazón
nuevo, una decisión nueva, un momento nuevo, se lo merecía, se lo
merecían todos.
La vida continuaba su
viaje, continuaba sin cesar, no importaba lo que viniera, la vida nos
daría mas sorpresas... había estado con un humor extraño
pasando del extásis a la mayor de las tristezas, de la ilimitada
opulencia a la mayor de las apreturas, sí, era feliz, la vida
seguía su ritmo indefinido.. pero bueno, esa era parte de
su existencia.. por qué luchar tanto, para qué luchar..
Esa noche, se hicieron
un regalo ambos amigos... un regalo de aclaraciones, un regalo de
precisiones... no he dejado de amarte, nunca deje de tener la
ilusión...
te he amado siempre... pero tú lo dijistes, no eres la persona
que busco... duro, fuistes duro, pero eras así... capaz de decir las
mayores cosas sin pensar en lo que ella sentiría, pero tú eras así... y
ella se quedaba callada sin poder decir nada, te odiaba y te amaba al
mismo tiempo, era un amor muy tonto no es cierto... un amor muy
incondicional, ella odiaba eso... pero así era...
le dijo nunca he dejado de pensar en ti... y no he dejado de enviarte
mis pensamientos amorosos... que importancia tenía eso... sí, ya había
alguien más en la vida de él... que no
te hacía feliz, pero te esforzabas por serlo.
No lo entendió,
no pudo comprender ... ella no pudo saber si era feliz... sólo que lo
intentaba... había cruzado el río... y bueno quería decirle que ella no
se casara, que no se comprometiera... que la libertad era una
compañera solitaria?, aún tienes la ilusión?... se pregunta ahora..
Que te haría feliz le
preguntaste... y ella siempre generosa de corazón, siempre dando amor..
por todos sus poros.. estaba tan feliz... solo dijo que
lo único que le hace feliz es que tiene un corazón para
amar... y que tiene la capacidad de amar... y seguro que todos sienten
ese amor rebosando de su corazón, cuando la ven, le sonríen...
le aman... y ellos saben que ella les corresponde.
Lo otro que la hacía feliz
es el soñar, que mañana es otro día... que lo que hoy se ve terrible,
será diferente, luchando estaba... buscando una historia...
inventando historias... adoraba imaginar
cosas, verse haciendo cosas diferentes... imaginar, que iría a China y
que se mezclaría entre la gente, y que nadie se daría cuenta de ella,
pero ella sabía que eso no era posible... se notaba mucho su espíritu,
de generosidad y de amor... ella tenía que disfrutar el durazno en
flor, el ciruelo en flor, tenía que mirar el grano de arroz, tenía que
mirar a los niños y escrutar sus rostros buscando sus corazones... que
no se hubieran dañado...
Miraba a esa mujer hermosa,
delgada, que compartía con su esposo... saltaban de un tema a otro... y
conversaban... de sonidos a lo lejos ... ella se concentraba en sus
pensamientos, siempre sintiendo que tenia compañeros de viaje, amigos
en los lugares mas insólitos, ella adoraba conversar, adoraba
compartir...
Pero estaba siempre con esa
mochila que compartía con sus fantasmales amigos... llena de
recuerdos, llena de anécdotas, llena de episodios no comprendidos,
llena de películas mudas, llena de cosas sin sentido, retazos de una
vida, vista desde los ojos... adoraba caminar, no se cansaba jamás,
nunca sabía donde la llevarían sus pasos, pero adoraba detenerse en el
camino, hablarle a un árbol, a una flor, a los edificios, a las calles,
a las nubes, a los cielos... se enamoraba de los sitios y lugares como
si así pudiera retenerlos en su memoria, en la memoria del corazón...
de los sentimientos ... de las impresiones.
Esa Navidad, en vez de los
tradicionales abrazos... sólo paso un
instante... de un profundo silencio... casi desapercibido... ella lo
notó ... pero la cumbia vinó y el momento pasó... se mezcló todo...
habían ganas de abrazarse pero sólo quedo para el ámbito privado, como
si no fuera bien visto...
seríamos todos de personalidades introvertidas, quién
lo sabe, había la confianza y por otro lado no, que contrasentido,
pero las relaciones humanas son complejas, educados para no molestar,
ser discretos.
Los asistentes se empezaron
a marchar, unos primeros, otros después...
sólo quedaron los que entusiasmados con la conversación, con el
baile... siguieron amenizando su noche.
Sólo se quedo ella, en la habitacion vacía, repasó la magia, el
momento, mientras estuvo allí
sintió que otras personas que no estaban con ella en ese momento, la
recordaron, fue un sentimiento que la embargó, sintiéndose
acogida, amada... que estaba pasando con ellos... parecía que
las muestras de afecto estuvieran vedadas, ella tenía necesidad
del abrazo, necesidad de sentirlo, no le bastaba con saber, no le
bastaba
conocer de ese amor.
Necesitaba la cosa física...
para que teníamos este cuerpo si no
podíamos expresarlo, algo estaba atorado en ella, finalmente se fue a
descansar, pero era extraño... no sentía sueño, quería quedarse mirando
el amanecer, pero la lógica del cansancio al día siguiente, la hizo
tomar un sueño corto, habrá dormido dos horas pero despertó bien,
dispuesta a la batalla del día, no existía el descanso... como si los
ángeles esa noche la hubieran acompañado con mucho amor, con mucha paz.
Daba gracias a Dios, de tener la vida, de poder disfrutar del paisaje,
de poder sentirse alegre, contenta, feliz, llena de amor, durante un
sueño a ella le había visitado un ser muy especial, le había dicho que
sólo quién ama puede ser feliz... y no sólo a las personas, si no
también a la vida, al entorno que la rodeaba... había razones para
amar, el sol brillaba en lo alto, las flores mostraban sus botones, los
árboles lucían más verdes, y la noche había sido hermosamente
estrellada... había amor en lo que cada uno hacía, habia dedicación y
esfuerzo... dedicados a una búsqueda incansable de las notas de
perfección del alma de cada uno.
Era un trabajo silencioso,
casi imperceptible para muchos, pero cada
uno de ellos trabajaba con su propia perfección, a veces ésta se
disfrazaba en apoyar las causas de otros,
otras veces en el trabajo cotidiano, hecho casi automáticamente,
pero no, también habían momentos de reflexión,
momentos de meditación, momentos de preguntarse y responderse
a sí mismos, ese era el crecimiento de cada uno, hecho vida,
los errores cometidos, debían ser la piedra de tope, que nos
ayudara a avanzar y no quedarnos estancados en lo que ya no podía ser
corregido, avanzar hacia adelante, ser mejores que sí mismos,
es una consigna silenciosa, tácita, no tenía caso compararse con otro,
pues el trabajo era personal, y las historias de cada vida
son particulares, especiales y únicas... por ello, nunca podemos
comparar nuestras vidas con otras vidas. La de cada uno ya es
diferente, y está llena de nuestra forma de pensar, hacer y sentir.
Esos pensamientos de su mente había sido el regalo que había dedicado
esa noche a sus colegas, amigos, familia y compañeros... esos
pensamientos... en que la embargaba la nostalgia, en que necesitaba tanto sentir
un abrazo, así que envió esos abrazos invisibles a cada uno, para que supieran que
alguien en algún lugar había pensado en ellos... y les había enviado
mucho amor... y por sobre todo mucha paz.